‘Mi perro bebe mucha agua’, esta es una frase dicha con cierta frecuencia en las clínicas veterinarias. Que un perro beba mucho, de forma desenfrenada, aparentemente sin capacidad para saciarse, es una de las razones por la que llevamos nuestro perro a la consulta.
Este signo clínico se llama polidipsia, la que por definición es la necesidad de beber con frecuencia y abundantemente, debido a algún estado patológico asociado. Además, la polidipsia va acompañada de la poliuria, que es la producción y excreción de gran cantidad de orina. Este signo, a veces más evidente, suele ser el que también nos hace ver que nuestro perro sufre algún problema.
Cuando se presentan estos signos clínicos, que por otro lado son muy generales, la enfermedad es visible a nuestros ojos. Y en este punto, normalmente se pueden descubrir también más signos clínicos asociados.
Éstos últimos son realmente importantes a la hora de ayudar en el correcto diagnóstico de la enfermedad que tenga nuestro perro. Y éstos podrían ser, por ejemplo, la pérdida de peso, la apatía o pérdida de apetito…
Aportando la mayor información posible de lo que hayamos observado en nuestro perro, podremos ayudar mucho en su diagnóstico.
Con estos síntomas, con la exploración clínica y con las pruebas que el veterinario estime hacer (análisis clínicos, por ejemplo), se diagnosticará la patología subyacente.
Entre las diferentes opciones con las que se encuentra un veterinario para la poliuria/polidipsia, tenemos enfermedades urogenitales, neurológicas, infecciosas o endocrinas, entre otras. Dentro de estas últimas, en esta entrada queremos hablarles de una enfermedad que también afecta a humanos, la diabetes mellitus.
Diabetes en perros
La diabetes mellitus es una enfermedad que se produce por falta de insulina. La insulina es una proteína, concretamente una hormona, que es necesaria para que el cuerpo utilice la glucosa. Ésta es un ‘azúcar’, la forma de combustible que más usa nuestro cuerpo y el de nuestro perro. Cuando la insulina no es suficiente o no puede realizar correctamente su trabajo, los niveles de glucosa suben en nuestra sangre, provocando en consecuencia el resto de síntomas asociados.
La insulina se produce en el páncreas, en unas células muy especializadas en su fabricación, las llamadas células beta pancreáticas. Cuando por diferentes motivos estas células son dañadas, aparece la enfermedad.
Tipos de diabetes en perros
Como en los humanos, en los perros también existen diferentes tipos de diabetes. Algunas formas están asociadas a cachorros, como formas de diabetes juvenil. otras a hembras, como resultado de su fisiología normal durante el ciclo sexual. Y otras pueden estar asociadas a otras patologías endocrinas, por ejemplo, como el hiperadrenocorticismo, donde los niveles de la hormona cortisol están muy elevados. A veces, la administración de sustancias, como ciertos fármacos, pueden provocar la aparición de la enfermedad.
Signos clínicos de la diabetes en perros
Aparte de la poliuria y la polidipsia, que son los síntomas más frecuentes, los perros con diabetes suelen presentar también pérdida de peso.
Los cambios en el apetito también son normales, con un aumento en sus fases iniciales (polifagia) y una reducción en etapas posteriores (anorexia). También pueden ser frecuentes los vómitos y la apatía o depresión. Un signo clínico que aparece de manera repentina y que se instaura muy rápidamente, son las cataratas. Las cataratas surgen como una opacidad en el cristalino, la lente natural que tenemos dentro del ojo, y cuyo oscurecimiento evita que nuestros perros puedan ver bien.
Esta patología suele ser tratable hoy en día, y de ella te hablaremos en próximas entradas.
Factores asociados a la diabetes en perros
Existen diferentes factores que se asocian a la diabetes canina. Unos predisponen mucho a la enfermedad, y otros parece que ‘protegen’ en cierta manera, o los hacen menos susceptibles.
En el caso de los perros, lo siguientes son los factores de mayor importancia:
La raza. Según la población estudiada, existen razas que parecen tener más probabilidad a desarrollar diabetes. Entre ellas, se encuentra el schnauzer miniatura, el cairn terrier, el teckel o el caniche. Otras, parece que pueden estar más protegidas frente a la enfermedad. Estas son, por ejemplo, el doberman, el cocker spaniel, el bóxer, o una raza de la que ya hemos hablado, el presa canario. Esta influencia racial se explica por los mecanismos genéticos, los cuáles afectan también a la aparición de la enfermedad en los humanos.
La edad. Aunque se puede desarrollar en cualquier momento de la vida, suele ser más frecuente a partir de los 8 años de edad, en su etapa sénior.
El sexo. Las hembras tienen normalmente más predisposición a padecer diabetes, sobre todo en poblaciones en las que la esterilización no se realiza de manera común. Tras el celo, entre uno y dos meses más tarde, durante el período de diestro, sufren mayor secreción de progesterona y hormona de crecimiento. Estas hormonas tienen un efecto insulino-resistente (no dejan que la insulina trabaje correctamente), que hace que a la larga se establezca la enfermedad.
Tratamiento de la diabetes en perros
La detección precoz de la enfermedad es clave para identificar de qué tipo de diabetes se trata y para instaurar entonces un tratamiento adecuado, según el caso. Para ello, es muy importante llevar a nuestro perro a la consulta en cuanto observemos los signos que describimos. Cuando observemos a nuestro perro y describamos lo que le pase, nuestro papel es muy importante, e ir más allá de ‘mi perro bebe mucha agua’, ayudará mucho para el correcto diagnóstico.
La diabetes mellitus no tiene cura actualmente, pero las opciones terapéuticas de las que se dispone avanzan día a día. El éxito del tratamiento suele ir asociado a la buena colaboración de nosotros como dueños, algo que debemos tener en cuenta.
La insulina inyectada y los cambios en la dieta son las principales opciones terapéuticas, pero esto dependerá del tipo de diabetes caracterizado, o de la fase en la que se encuentre la enfermedad.
Creo que mi perro tiene diabetes: ¿a dónde debo acudir?
Al igual que en la medicina humana, existen clínicos más especializados en la endocrinología. En nuestro directorio de centros veterinarios tienes acceso a aquellos que ofrecen servicios de especialidad en endocrinología veterinaria.
Nuestro consejo es que, en cuanto creas que tu perro presenta signos de enfermedad, acudas a su veterinario de siempre. Él diagnosticará adecuadamente la patología que pueda tener y te dirá los pasos a seguir. Es la persona que debe establecer el tratamiento adecuado. Quizá lo que tu perro presenta no se trate de diabetes mellitus, después de todo.
Si necesitas acudir a un centro veterinario, utiliza nuestro buscador para localizar el más próximo a tu localidad.
REFERENCIAS
SJ Ettinger, EC Feldman, ‘Textbook of Veterinary Internal Medicine‘. Elsevier Saunders. 2006.
C Melian, MD Pérez-Alenza, ME Peterson, M Díaz, H Kooistra. ‘Manual de Endocrinología de Pequeños Animales‘. Multimédica Ediciones Veterinarias. 2008.
Y Brito-Casillas, C Melián, JC Wiebe, L López‐Ríos, O Quesada, A Holder, B Catchpole, AM Wägner. ‘Evidence of Autoimmunity in a Population of Diabetic Dogs From the Canary Islands’. Research Communications of the 24th ECVIM‐CA Congress. 4-5 Septiembre 2014.