Aunque el mantenimiento de una higiene oral adecuada, es la principal vía para mantener la salud bucodental, y previene la aparición de enfermedades que afectan gravemente la salud de nuestra mascota, no se le suele prestar la atención que se merece.
En numerosas ocasiones, el mal aliento de nuestras mascotas es lo que motiva la consulta al veterinario. Desgraciadamente para muchas mascotas, cuando se produce está primera revisión veterinaria, la enfermedad periodontal está bastante avanzada.
El mal aliento o halitosis, también conocido como ozostomía, fetor ex ore o fetor oris, es un olor repulsivo (en ocasiones putrefacto) que emana de la cavidad oral de la mascota.
Al contrario de lo que en ocasiones se comenta, destacar que no es normal y que además, es evitable.
Generalmente, el aroma no lo produce el estómago ni el aire pulmonar normal. Si bien es cierto que existen múltiples enfermedades que pueden producir halitosis, en la mayoría de las ocasiones, es la enfermedad periodontal producida por el sarro la que produce el mal aliento.
Será el veterinario, el encargado de descartar que este hedor no se deba a otras afecciones. Algunas de estas enfermedades serían; diabetes, megaesófago, pioderma del pliegue labial, comportamiento de ingesta anormal (coprofagia), neoplasia, infecciones bacterianas o fúngicas, lesión por quemadura en cavidad oral, complejo granuloma eosinofílico…
Centrándonos en el sarro y la enfermedad periodontal como principales causantes de la halitosis, explicaremos como se genera el mal olor en la cavidad oral.
Una mala higiene oral en perros y gatos produce que las superficies de los 42 dientes que forman la dentadura de un perro adulto o los 30 de un gato, sean las superficies sobre las que comience a desarrollarse una placa bacteriana. La placa bacteriana es una fina capa pegajosa y amarillenta formada por la acumulación de bacterias, mocos y detritus alimenticios. Si no es eliminada por la acción mecánica del cepillado y la higiene bucal continua, esta placa se mineraliza y se convierte en lo que conocemos como sarro.
El sarro, de color marrón, tiene mayor adherencia al diente y se sitúa inicialmente en el borde gingival. Si no es eliminado, avanzará por la superficie expuesta del diente y también debajo de la encía. Llegados a este punto, solo la limpieza dental realizada por el veterinario puede eliminar el sarro.
El avance de la placa bacteriana y el sarro, desencadena la enfermedad periodontal que aumenta el número de bacterias anaerobias y espiroquetas. Dichos microorganismos, generan compuestos volátiles (sulfuros y ácidos grasos) que junto a restos de comida putrefacta en la cavidad periodontal, son los responsables del mal aliento o halitosis. La halitosis es más evidente cuando el perro jadea tras la realización de ejercicio físico o para regular su temperatura corporal.
Factores predisponentes del mal aliento en perros:
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Afecta tanto a perros como a gatos. En el caso de los perros, las razas pequeñas o razas de hocico chato (braquicéfalas) tienen una mayor predisposición. Esto se debe a que los dientes están más amontonados.
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Es más frecuente en animales de edad avanzada. Un gran porcentaje de perros y gatos mayores de tres años, presentan algún tipo de afectación dental.
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Se da con más frecuencia con animales alimentados con alimentos húmedos o dieta blanda.
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Animales con maloclusión dental o dientes supernumerarios.
¿Cómo prevenir la aparición de la halitosis en nuestras mascotas?
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Partiendo de la base de que los perros alimentados correctamente, con una higiene bucodental adecuada y con un estado de salud óptimo, no tendrían que sufrir de mal aliento, nuestra principal tarea de prevención iría encaminada a impedir la formación de la placa bacteriana. En este sentido, el cepillado dental diario por parte del propietario, es la mejor opción para prevenir la aparición de la placa y por consiguiente la halitosis. Existen en el mercado diferentes cepillos y pastas de dientes específicas para perros. Lo ideal sería acostumbrar a la mascota desde edades tempranas al cepillo dental. Pregunta a tu veterinario cuál es la opción que más se adapta a las necesidades de tu mascota.
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No abusar de las dietas blandas o comidas enlatadas. En este aspecto, es mejor el uso de pienso o alimento seco ya que produce una acción mecánica sobre la superficie de los dientes, dificultando la adherencia de la placa. A la hora de elegir el pienso para nuestras mascotas, debemos elegir un tamaño de la croqueta que se adapte a las dimensiones del diente. En muchos piensos, la textura de la croqueta está diseñada para que se rompa cuando se ejerce una presión específica, favoreciendo el efecto de cepillado mecánico.
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A la hora de elegir una recompensa o premio, debemos evitar las golosinas blandas o cariogénicas. Existen en el mercado snacks específicos para el cuidado dental.
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Evitar el uso de huesos verdaderos. Los fragmentos de huesos pueden quedar atrapados entre los dientes y en ocasiones producir fracturas dentales. Además, existe el riesgo de producir problemas digestivos graves como estreñimiento, obstrucciones intestinales e incluso perforaciones del tubo digestivo. Es preferible el uso de tiras de cuero que favorecen la salivación o huesos artificiales diseñados a tal efecto.
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Terapia periodontal por parte del veterinario, con el objeto de eliminar la placa y el sarro. Además de la eliminación, se realiza el pulido y lavado de los surcos gingivales. También otras técnicas quirúrgicas para mantener la salud periodontal. Esta técnica, también conocida como limpieza dental, se realiza con el animal anestesiado. Su frecuencia dependerá de las características de cada animal y los cuidados que reciba en su domicilio. Cabe destacar que si no continuamos con el cepillado en el domicilio después de una limpieza dental, en pocos meses podemos volver al mismo estado anterior a la limpieza.
A día de hoy, el cepillado diario sigue siendo la mejor manera de prevenir la enfermedad periodontal, mantener una buena salud bucodental y evitar el mal aliento en perros, y en general en las mascotas.
Referencias
DA Crossley, S Penman. ‘Manual de Odontología en Pequeños Animales’. Colección British Small Animal Veterinary Association (BSAVA)
C Gorrel. ‘Odontología veterinaria en la práctica clínica’. Servet. 2006
HD Lobprise. Consulta veterinaria en 5 minutos. Manual clínico. ‘Odontología de pequeños animales’. Blackwell’s. 2009
C Gorrel. ‘Odontología de pequeños animales’. Soluciones Saunders en la Práctica Veterinaria. 2010
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