Las jirafas pueden sobrepasar los 5 metros de altura. Esto es gracias a su estructura corporal, sus altas patas delanteras y sus fuertes hombros, que le permiten lucir el cuello más largo del reino animal. Las jirafas se alimentan (ramonean), en las copas de los árboles, sobre todo de acacias y albaricoques silvestres. Para ello tienen una larga y flexible lengua prensil, para poder arrancar mejor los brotes que comen.
Su cuello es muy largo, pero sólo tiene 7 vértebras, como el resto de los mamíferos, lo que no le otorga especial flexibilidad. Por ello, para beber agua, necesitan inclinar todo su cuerpo y abrir completamente sus patas delanteras. Se inclinan tanto y su cuello es tan largo, que necesitan una serie de válvulas sanguíneas unidireccionales, para que el flujo de sangre hacia la cabeza no provoque daño cereral. Echa un vistazo al siguiente video del Bioparc de Valencia (España), en el que queda muy bien ilustrado esto que te contamos.
Su cuello puede ser un ‘arma’ también, para las jirafas machos. Cuando se produce una lucha entre ellos, los machos pelean balanceando su cuello y chocando su cabeza contra el oponente. Esta lucha, aunque es más bien una ceremonia, recibe el nombre de ‘combate de cuellos’.
Por otro lado, a pesar de su gran altura y de la longitud de su cuello, las jirafas son capaces de alcanzar velocidades de hasta 50 km/h en carrera. Cuando un depredador aparece, sin mediar palabra, echan a correr a gran velocidad. Y efectivamente, no median palara porque las jirafas no poseen cuerdas vocales, son literalmente mudas.
Se conocen 9 subespecies de jirafas, y todas poseen diferentes patrones de dibujos en su manto. Pueden tener los límites de las manchas más definidos o más difusos, con manchas de mayor o menor tamaño, pudiendo variar de más amarillas, a casi negras. Este diseño no varía en toda la vida del animal, con lo que sirve para que otras jirafas puedan identificarlo fácilmente.
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